
14 lecciones que nos dejó el profesor Keating en ‘El club de los Poetas Muertos’
‘El club de los poetas muertos’ fue una revolución en el cine. Esta maravillosa historia habla sobre la masculinidad, la unión masculina y la forma de entenderla adoptando valores tradicionalmente femeninos como la sensibilidad o la prudencia. Desde su estreno, sirvió para despertar la conciencia de varias generaciones y nos demostró que un profesor puede ser algo más que un profesor. Puede marcarnos de por vida y cambiar nuestra vida para siempre.
Hoy recordamos las mejores enseñanzas que nuestro amado profesor Keating nos dio y que nos hablaban de un mundo humano, sensible, esperanzador.

Transforma el mundo
Siempre optimista e inspirador, nuestro profesor de literatura favorito enseñó en sus clases que nada es imposible. Porque aunque haya momentos en los que no contemos con fuerza o poder, siempre podremos recurrir a las palabras, a las ideas para cambiar y mejorar el mundo.
“En mi clase aprenderán a pensar por ustedes mismos. Aprenderán a saborear la palabra y el lenguaje. Porque, a pesar de lo que les digan, la palabra y las ideas pueden cambiar el mundo.

Nunca dejes de soñar
Las citas que aparecen a lo largo de esta película tienen el poder de quedarse clavadas en nuestro corazón. Walt Whitman o William Shakespeare son algunos de los autores a los que se hace referencia. Sin embargo hay una frase que tuvo un peso especial en la trama y era de Keating:
McAllister: Muéstrame un corazón libre de necios sueños y yo te mostraré a un hombre feliz.
Keating: Sólo al soñar tenemos libertad. Siempre fue así y siempre será.
McAllister: ¿Tennyson?
Keating: No. Keating.

No te resignes
¿Por qué conformarte? Una de las primeras enseñanzas que nos da este profesor junto a sus alumnos es que no debemos quedarnos con lo ordinario. Esfuérzate por ser único, por ser extraordinario.
Descubres que piensas diferente a la mayoría y, sin embargo, lo ocultas. La conformidad es la dificultad que encontramos a veces para mantener nuestras opiniones o convicciones ante el resto de personas, especialmente si todos piensan diferente a nosotros. Keating nos enseñó que todos necesitamos ser aceptados y que nuestras propias convicciones son únicas. Tan sólo nos pertenecen a nosotros y deben seguir haciéndolo aunque el resto del mundo nos grite que no son aceptables.

Busca tu pasión
Keating estaba enamorado de su trabajo. Lo amaba de verdad y eso estaba por encima del concepto de trabajar o la motivación por ganar dinero. Esta fue probablemente una de las enseñanzas más importantes de ‘El club de los poetas muertos’. Encuentra tu pasión, desarrolla tu entusiasmo para hacer de tu vida algo extraordinario.

La chispa que nos hace estar vivos
Nuestra parte más humana es aquella que nos mantiene vivos. Pertenecemos a la raza humana y ello significa que poseemos el don de ir más allá, la capacidad de alcanzar mundos que sólo nos pertenecen a los seres humanos.
Keating: No leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana. Y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, los negocios y la ingeniería son carreras nobles y necesarias para la vida. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… son las cosas que nos mantienen vivos.

Prudencia y valor no son lo mismo
‘Carpe Diem’ es el lema principal de ‘El club de los poetas muertos’. No obstante, a pesar de la importancia que tiene aprender a disfrutar cada momento, no debemos comprometer el valor de la prudencia. “Hay un momento para el valor y otro para la prudencia. El que es inteligente, sabe distinguirlos”

La importancia de las palabras
Si hay algo que nuestro profesor tiene claro es que las palabras, la belleza y la poesía pueden cambiar el mundo. Por eso, se esfuerza en enseñarnos la importancia de aprender a escogerlas correctamente en cada situación.
John Keating: No digan que un hombre está muy cansado, digan que está exhausto. Y no digan que está triste, digan… ¿Sr.Overstreer?
Overstreet: ¿Deshecho?
John Keating: Exactamente, deshecho. El lenguaje se desarrolló por una razón. ¿Cuál es esa razón, Sr. Anderson? Vamos, ¿eres un hombre o una ameba? ¿Sr. Perry?
Perry: Para la comunicación.
John Keating: No. Para impresionar a las mujeres. (y a los hombres también, claro).

Haz tu propio camino
Al ver la película, todos soñamos con tener un profesor así. ¿La razón? Ponía toda su alma en ayudar a sus alumnos a encontrar su camino sin sentir temor a cometer errores.
John Keating: Robert Frost dijo: ‘Dos caminos divergían en un bosque y yo tomé el menos transitado. Y eso lo cambió todo’. Quiero que encuentren su propio camino, en cualquier dirección, con estilo orgulloso, con estilo tonto, como sea”.

Cambia tu visión de las cosas
En el centro Welton la filosofía se basa en la tradición, la excelencia, la disciplina y el honor. Sin embargo, nuestro profesor se atrevió a salir de los paradigmas para romper las normas. ¿Su objetivo? Devolverles la libertad a sus jóvenes alumnos fuera de los grilletes de la tiranía. Para ello les invitó a verlas cosas de otra manera distinta. Y es que las cosas siempre dependen de la perspectiva desde la que se observen.
John Keating: Me he subido a la mesa para recordarme a mí mismo que debemos mirar constantemente las cosas de una manera diferente. El mundo se ve distinto desde aquí arriba. Si no me creen, vengan a probarlo.

No existe nada imposible
Nada es imposible para nuestro profesor y se esforzaba incansablemente para hacer que sus alumnos lo entendiesen. John Keating nos invitó a vivir la vida sintiendo que podemos alcanzar nuestros anhelos. Para ello, pudimos verle en infinidad de situaciones: Escandalizando a un tradicional claustro de profesores y poniendo en peligro su propio empleo para defender sus valores: Lealtad, inspiración, autenticidad.
Todd Anderson: ¿Cómo saldrás en una obra si tu padre no te deja?
Neil Perry: Primero necesito obtener el papel. Después ya me preocuparé por eso.
Todd Anderson: ¿No te matará si se entera que fuiste a una audición?
Neil Perry: No tiene por qué enterarse.
Todd Anderson: Es imposible.
Neil Perry: Tonterías, nada es imposible.

Carpe Diem
Vive cada día como si fuera el último, exprímelo, aprovéchalo.
John Keating: Carpe Diem. Porque somos alimentos para gusanos, señores. Porque aunque no lo crean, un día todos los que estamos en esta sala dejaremos de respirar. Nos pondremos fríos y moriremos. Aprovechen el día, muchachos. Hagan que sus vidas sean extraordinarias.

Sé un librepensador
“Libera tu mente. Usa tu imaginación. Di lo primero que se te ocurra aunque sean tonterías”.
Con estas palabras, Keating trataba de abrir las puertas a la creatividad. Para ello, es importante contar con autonomía e independencia. Piensa por ti mismo.
John Keating: Cuando lean, no consideren sólo lo que el autor piensa, consideren lo que ustedes piensan.

La moderación es importante
Desafiar los valores tradicionales no significa no tener disciplina o actuar imprudentemente. John Keating exhorta a sus alumnos a vivir libremente pero de una forma constructiva.
Dalton: ¿Y qué hay de Carpe Diem y de extraer todo el meollo a la vida?
John Keating: Extraer todo el meollo a la vida no significa meter la pata
Dalton: Pero yo creí que a Ud. le gustaría eso.
John Keating: No. Hacer que te expulsen de la escuela no denota valentía, sino estupidez. Porque se perdería grandes oportunidades.

Conviértete en un hombre libre
Frente a los ideales del sector conservador del centro educativo, John Keating nos enseñó que la resignación llevan a la desesperación, a la falta de humanidad. Encuentra tu camino, atrévete a caminar por donde nadie ha caminado.
John Keating: “Thoreau dice que la mayoría de los hombres viven en desesperación silenciosa. No se resignen a ello. Libérense. No caminen por la orilla, miren a su alrededor. Atrévanse a ir lejos y encontrar nuevos terrenos”.