4 bailes contra la homofobia que nos impresionaron

El baile es el lenguaje que tiene el cuerpo para manifestar aquello que existe dentro de sí mismo. Es una forma de dar a mostrar y a conocer «el alma» de las personas (algo así como lo que ocurre con esta carta amor hombres gays).

A través del baile podemos poner de manifiesto nuestra parte más íntima. Podemos mostrar nuestra historia y también nuestras heridas.

Precisamente por todo esto, el baile es una de las herramientas más poderosas de reivindicación. Hoy repasaremos algunos ejemplos en los que el baile ha tocado nuestro corazón y ha demostrado una vez más, la grandeza del ser humano.

The arrow

“The arrow” es una de ellas. Un videoclip creado por Matthew Richardson, tan sencillo como emotivo, tuvo una enorme capacidad para ponernos los pelos de punta. En él se cuenta una bella historia de amor dedicada a aquellos que perdieron la vida en el trágico ataque terrorista de Orlando. En esta danza intimista podemos adentrarnos en el interior de sus protagonistas. Dos acróbatas que se enamoran.

Este vídeo no sólo refleja la pureza de los sentimientos en las relaciones amorosas entre dos personas (independientemente de su sexo). También refleja el orgullo que supone ser, en una sociedad discriminatoria, un hombre enamorado de otro hombre.

Este vídeo se hizo viral y consiguió tocarnos el corazón a millones de personas. Su magia reside en que a partir de la delicadeza y la sensibilidad logra transmitir un mensaje repleto de humanidad, pero al mismo tiempo de fuerza. La canción del grupo ‘The Irrepressibles’ corona el vídeo y la fantástica interpretación.

Hallelujah

Pudimos ver otro precioso ejemplo a través del programa “GotTalent” de Francia con la danza que interpretaron Guillaume y Arthur. Fusionando el baile con las acrobacias estos jóvenes de tan solo 24 años consiguieron levantar a todo el público. Con sus movimientos y la música de Leonard Cohen “Hallelujah” nos emocionaron a todos y lograron conquistar al jurado.

Este baile contra la homofobia merece ser recordado por su pureza y su belleza: Una impresionante sincronización de movimientos y una interpretación orgánica hicieron el resto. Sin duda uno de los momentos más tiernos fue el final de la coreografía que alcanzó el cenit con un tierno beso.

“Con explicación o sin ella, me hicisteis sentir bien”, dijo Segara. Marianne añadió: “Dos jóvenes besándose no es muy habitual en televisión, eso me conmovió”. Uno de los jueces del programa Eric Antoine también se animó a realizar un comentario escueto pero necesario a través de Twitter: “Lamentablemente, esta lucha aún es necesaria. Gracias por haber venido».

https://www.youtube.com/watch?v=eICYyrGR_1Q

Voguing

Otra forma de expresión a través del baile es el “Voguing”, amadrinado por la cantante Madonna. Se traduce como la reivindicación a través de la pose. De hecho está basada en las poses de las modelos que inundaban la revista Vogue, de ahí su nombre. Con tacones o sin ellos, maquillaje, pelucas y golpes de cadera. Lo importante en el “Voguing” es sentirte tú mismo y expresarlo a través del baile al tiempo que te dejas llevar por tu feminidad a golpe de cadera.

Este tipo de baile tiene una interesante historia detrás. Nació a raíz de la represión llevada a cabo contra los latinos y negros estadounidenses en los años 80. Sufrían agresiones físicas a diario. Se burlaban de ellos constantemente. Su respuesta fue reivindicarse a través de la música.

Y así se creó este baile. Más tarde Madonna lo dio a conocer y el fenómeno acogió adeptos con “París is Burning”. Dirigido por Jennie Livinstong que quiso dar voz a aquellas personas que eran perseguidas por su condición sexual denunciando el racismo y la opresión sexual. 

Balls Houses

Como forma de reivindicación aparecieron las “houses” que eran refugios utilizados por algunos hombres gays para bailar, expresar su naturaleza y dejarse fluir al tiempo que desfilaban como lo hacían las modelos internacionales. Un lugar íntimo donde se daba rienda suelta a la creatividad y la pasión sin miedo a sufrir represalias.

En las “houses” también nacieron los “balls” que eran competiciones de baile abierto a todos los públicos. Tal fue el éxito de los “balls” que se convirtieron en un evento social enfocado a la libre expresión de uno mismo. Es decir, se utilizaban estos bailes para dejar fluir lo que llevaban dentro, sin miedo”. 

Hoy estos campeonatos se realizan en diferentes categorías con diferentes jueces. Se valoran las actuaciones y se adjudican trofeos que motivan a los bailarines a seguir trabajando a través del baile. En la actualidad este baile se relaciona más con el transformismo, siendo libre de elección tanto la pareja de baile como la apariencia. 

Ariana Grande, Lady Gaga o FKA Twigs han influido a este nivel y han ayudado a dar visibilidad. Sus coreografías, puestas en escena y espectáculos han contribuido a que este fenómeno siga vivo y en pleno desarrollo. 

Marcas como Balmain y Diesel también se han unido a este movimiento apoyando estos valores en sus Fashion films. Todos estos artistas y empresas han colaborado para alimentar la cultura queer, algo que resulta muy necesario en una sociedad que aún sigue discriminando.

Hoy vemos en el baile una interesante herramienta de reivindicación precisamente porque el baile, como cualquier otro arte, refleja la humanidad y las emociones universales que nos hacen comunes a todos los seres humanos. Dentro del mundo del arte la discriminación no tiene ningún sentido.