Amy Lee habla de política por primera vez en su carrera: A favor de la comunidad LGBT y contra la extrema derecha

Sencillos como Bring me to life o My immortal la catapultaron a la fama mundial. Amy Lynn Lee se convirtió en la diva del metal a inicios del año 2000 y su proyecto Evanescence sigue cosechando éxitos 30 años después de su formación. Originaria de Riverside (California), a pocos meses de cumplir los 40 años de edad, la cantante ha decidido hacer algo por primera vez: Hablar de política y posicionarse ideológicamente.

Según ha declarado recientemente ha experimentado un cambio ideológico importante durante los últimos años. Algo que también se ha reflejado en su forma de crear música y que ha adquirido su máxima expresión en su single «Use my voice». Una canción que habla sobre la importancia de usar nuestra voz ante las injusticias y hacer que nuestros políticos y dirigentes nos escuchen y nos vean.

«Esta canción en estos momentos, para mí, habla sobre todas las voces que no son oídas. Necesitamos que la gente se ponga en pie, incluyendo a todas aquellas personas a las que nunca les ha importado la política. Yo he sido una de esas personas, honestamente. Soy culpable de no haber votado. No siempre me he levantado y me he hecho escuchar».

«Nunca he utilizado nuestra plataforma (Evanescence) para hablar sobre temas como la religión o la política. Siempre ha sido algo como: ‘No, necesitamos un espacio en el que podamos unirnos y estar juntos’. Como líder de la banda, mantuve esa posición durante muchos años. Sin embargo ahora, por fin he llegado a un punto en el que todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor es demasiado importante como para no hablar. Siento que no estoy siendo sincera si no utilizo mi voz ahora mismo y digo algo más. Incluso para mí misma, ser capaz de decir lo que creo de vez en cuando mientras escojo con cuidado mis palabras es algo muy importante en estos momentos. Creo que el silencio también dice muchas cosas».

«Hay muchos problemas sociales ahora mismo y no necesitas ser súper activo en Twitter, no se trata solo de eso. Necesitamos prestar atención y usar nuestras voces. Necesitamos que se nos escuche. Estados Unidos y el mundo necesitan ser representados por su gente. Vamos a hacerles saber que estamos aquí».

Una vida marcada por la muerte y el machismo

La artista se ha caracterizado por crear discursos lúgubres y deprimentes (sobre todo en sus primeros años como compositora). La muerte de su hermana cuando ella tan sólo era una niña le marcó y comenzó a guiar su trayectoria artística deambulando por paisajes emocionales densos y melancólicos. La mezcla del género clásico (declaró que fue Mozart quien la llevó a convertirse en pianista) con el metal o el rock (entre sus referencias se encuentran Björk o Depeche mode) la hicieron saltar al estrellato liderando las primeras posiciones de las listas musicales de gran parte del mundo.

Sin embargo, hace unos años declaró que cuando lanzó ‘Bring me to life’ la obligaron a incluir los coros masculinos (interpretados por Paul McCoy de 12 Stones) porque los directivos de la discográfica pensaban que «la gente no compraría un proyecto de música rock liderado por una mujer». Y es que la canción original estaba íntegramente cantada por Amy, pero al parecer, las bases machistas de la industria la obligaron a modificarla.

Recientemente declaró que no ha sido fácil tener que ser líder de un grupo de música (compuesto por hombres) siendo mujer. Además hace poco estuvo envuelta en un pleito con su casa discográfica (Wind-Up Records) porque explotaron los derechos de sus canciones sin su consentimiento. Por si fuera poco, su representante Dennis Rider abusó sexualmente de ella, según declaró. (‘incumplimiento de deber fiduciario, asalto sexual y agresión, negligencia profesional y conversión de divisas’, delimitó la artista en su demanda). Afortunadamente logró ganarla y liberarse de aquel contrato discográfico para convertirse en una artista independiente.

Muestras de apoyo a la comunidad LGBT

Ha sido ahora, más libre de las presiones que supone un contrato discográfico con una multinacional, que ha decidido recuperar su voz en cierto sentido y decir todo aquello que en el pasado no dijo. La artista se declara abiertamente contra Trump, en contra del racismo y la homofobia. Un buen ejemplo son los tweets que publica de cuando en cuando apoyando a sus fans LGBT y a la comunidad queer en general: