Adolescente denuncia a sus padres por llevarla a una clínica de conversión

Aminat Lorsanova es una mujer rusa de 22 años. Durante su corta vida ha sufrido en sus propias carnes la incomprensión y falta de entendimiento por la sociedad rusa y su familia. 

Aminat, de padres con ideas conservadoras y musulmanes, rechazaron su bisexualidad considerándola una enfermedad. Al ver que su hija no cumplía con lo esperado, su padre decidió al menos en seis ocasiones inyectarle un medicamento antipsicótico

Este tipo de medicamentos se utilizan con el fin de tratar trastornos mentales tales como la esquizofrenia y la psicosis. “Me puso las esposas y me ató las piernas con cinta adhesiva. Mi boca también fue tapada. Me dijo que me iba a tratar como un animal, como una oveja. Después de la inyección de aminazina. Se suponía que debía dormir y, aun así, no soltó mis piernas y manos”, cuenta Aminat con la mirada perdida y hundida de dolor. 

Pero las practicas ejercidas por su padre no surtían el efecto requerido de «convertirla» en heterosexual. Así que, éste decidió llamar a un amigo para practicarle un exorcismo islámico. La sometió a esta práctica, muy extendida en Rusia, que consiste en “golpear con un palo en el plexo solar, presionando esta área. “Bajó mi falda y estaba presionando ahí también, a la vez realizaba cánticos islámicos para expulsar los espíritus malignos”. 

Durante este proceso sus padres estaban presentes, “pero no hicieron nada a pesar de que pedí ayuda y gritaba de dolor”

Posteriormente, para “curarla” de su bisexualidad, decidieron internarla en dos clínicas de conversión chechenas, en la capital de la región, en Grozny. Durante cinco meses en estas clínicas realizaron “esfuerzos” para convertirla en heterosexual. Para Aminat, estos hechos supusieron un trauma psicológico y muy doloroso.

Consiguió escapar con el apoyo de la Red de apoyo LGBT, huyendo de Rusia. Ahora Aminat vive en un lugar seguro fuera de su país natal. 

Pide que sus padres, sus amigos y las clínicas de conversión donde estuvo recluida sean acusados penalmente, por lo abusos y agresiones sufridas. 

Desde 2017 se ha llevado a cabo una purga para torturar y asesinar a través de una represión sistemática contra la comunidad LGBT. Tal es la homofobia que diversas fuentes de información confirman que en ese año se torturaron y asesinaron a más de 100 personas.

Sin embargo, el líder checheno Ramzan Kadyrov ha negado las acusaciones de discriminación afirmando que no existen gays en Chechenia