
Disney se echa atrás: Si Elsa fuese lesbiana, ‘Frozen II’ perdería millones de dólares en taquilla
Desde el estreno de Frozen en la pantalla grande en el año 2013 recogió gran cantidad de seguidores y alcanzó el éxito. Elsa rápidamente se convirtió en uno de los personajes favoritos de la aclamada película y a partir de entonces se desencadenaron una serie de especulaciones y teorías respecto a su orientación sexual. Se empezó a barajar la posibilidad de que la reina del frío era homosexual, hasta el punto de que actualmente, si escribimos “Elsa gay” Google nos devuelve 70 millones de resultados.
Elsa es un personaje que sale del estereotipo de princesa Disney, ya que no tiene ningún interés romántico durante la historia. Además su canción principal Let it go se ha convertido en un himno gay y esto unido a la necesidad del publico por salir de esa normativa heterosexual en Disney, supuso el escenario perfecto para iniciar durante años un debate público.

La codirectora Jennifer Lee expresó su orgullo por que la esperada película no girase en torno a un romance; aclaro también que Elsa “es que es una mujer que lleva sobre sus hombros el peso de un reino y que tiene que lidiar con un poder extraordinario”, es tímida y no está preparada para una relación. A pesar de que el estreno de Frozen II espera cumplir sus expectativas en taquilla y también mantener viva la esperanza en los espectadores que esperan un hito histórico, explícito y definitivo por parte de Disney en la representación de personajes LGBTI.
Mientras se promocionaba la esperada película Frozen II, los responsables de esto aclararon sin dudar que no existe confirmación de la homosexualidad del personaje Elsa; aclaran que la historia de la protagonista es la de una mujer que quiere conocerse a sí misma y sin romance de ningún tipo; a pesar de ello, aún no han descartado la posibilidad de abordar la sexualidad de Elsa en futuras entregas, de momento nos conformaremos con este paso de Disney, pues el hecho de tener a una protagonista independiente y con tanto poder y autoridad es un gran paso en la historia de la empresa.
Muchos de los fans de Frozen II, expresan que estarán decepcionados si Elsa no resultara ser abiertamente homosexual; comentan su descontento ante la negativa por parte de Disney y de los responsables del desarrollo del film ante la petición del público, teniendo un gran apoyo por parte de la sociedad; además un guionista de 29 años llamando Alejandro expresa en su cuenta de twitter “Para mí tendría un significado meramente simbólico: el de ver cómo una película así me habría ayudado a gestionar los sentimientos sobre mi sexualidad mucho mejor que como lo hice”, llevándose el apoyo de muchos lectores.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), a pesar de que ha mostrado su apoyo al movimiento que muestra a Elsa como homosexual, también considera que las razones dadas por la compañía Disney, son realmente coherentes pero resaltan el gran impacto que tendría una Elsa lesbiana en el público infantil, pudiendo lograr que los niños dejen de ver la homosexualidad y en este caso el lesbianismo como algo negativo. También que dejen de hacer bullying a otros niños con distintas orientaciones sexuales; es decir, este personaje tan importante puede ser una arma de gran alcance e importancia para las futuras adolescentes.
Y en este punto nos preguntamos ¿Por qué Disney no lo hace?, ¿Qué lo detiene?, y la respuesta es clara, la multinacional tiene muy claro el impacto que tendría una Elsa abiertamente lesbiana, pero también es consciente del impacto económico y político que tendría, y en este orden de ideas deberíamos repasar algunos casos ocurridos como el auge del hashtag #GiveElsaAGirlfriend, el cual fue viral en 2016 y asimismo los conservadores estadounidenses iniciaron una campaña que sugería a la protagonista Elsa con un clásico príncipe, recolectando más de 300.000 firmas digitales a favor de esta petición.

En el año 2017, se estrenó el remake del famoso film La bella y la bestia, el cual se enfrentó a limitaciones en países como Rusia y Malasia, debido a la suposición de la homosexualidad del personaje LeFou; en Rusia, esta película se enfrentó a un debate en el Ministerio de Cultura, con el fin de concluir si la misma estaba violando la “ley contra la propaganda de la homosexualidad”, finalmente se logró llevar a cabo el estreno pero limitado por una clasificación “No recomendada para menores de 16 años”.

Considerando los casi 30 millones de euros recaudados en Rusia con la primera entrega de Frozen, es posible entender lo que significaría económicamente para Disney, que la proyección de sus películas sea limitada o prohibida en algunos países por contar con una protagonista abiertamente Lesbiana. Es así como Disney excusa su decisión de evitar, de momento, cumplir con la petición del público expectante de ver a una Elsa Lesbiana.