
El día que más de 1 millón de personas acudieron al cementerio gay para cubrirlo de mantas
Sucedió en Washington, el 10 de octubre de 1989. En el cementerio de Arlington se encuentran los restos mortales de muchos héroes militares estadounidenses. Miles de personas se reunieron a un kilómetro de distancia de dicho cementerio para crear su propio homenaje, su propio Arlington. Cubrieron el suelo con alrededor de 18.000 mantas, llenando el césped de la gran explanada elíptica que se encuentra junto a la Casa Blanca.
Este homenaje especial pretendía recordar los nombres bordados en las mantas, los de algunos de los fallecidos por el SIDA. Querían sensibilizar y visibilizar, hacer consciente a la opinión pública de los estragos de esta enfermedad. Y vaya si lo consiguieron.
Más de un millón de personas visitaron el lugar y pasearon por este cementerio gay en memoria de las víctimas del enemigo invisible. Entre ellas estaba el senador Edward Kennedy. La esposa del presidente en aquel momento, Barbara Bush, sobrevoló la explanada en helicóptero y pudo contemplar el homenaje.
Las mantas que se extendieron por el lugar procedían de diecinueve países y entre ellas había cuatro bordadas por familias españolas. También había una dedicada a Rock Hudson, bordada por una persona anónima. La manta del actor protagonista de Gigante mostraba una enorme roca rodeada por estrellas amarillas.

En total la instalación tuvo un coste de 150.000 dólares. Pero Nancy Bladford, una de las organizadoras, declaró que más importante que el coste económico fue el esfuerzo logístico. Explicó que las mantas pesaban 13 toneladas y tuvieron que ser colocadas de un modo simétrico y cuidadoso en la explanada.
«El memorial de la manta», «El proyecto de los nombres», fueron algunas de las formas en que se referían al evento. Nancy Bladford manifestó que nunca se volvería a montar aquel proyecto completo en una superficie similar. Sin embargo, parte de las mantas fueron expuestas en distintas ciudades estadounidenses. El año siguiente, cruzaron el océano para visitar también Italia, Francia y Reino Unido.
Hoy en día la sociedad está más concienciada que hace cuarenta años y los avances médicos han minimizado las muertes por VIH. Sin embargo, aún nos queda mucho camino que recorrer para que esta enfermedad llegue a ser erradicada.
Así pues, sólo nos queda recordar ese día con admiración por quienes lo llevaron a cabo y respeto por los nombres escritos en esas mantas.