El Obispo de Alcalá vuelve una vez más a lanzar su mensaje homófobo en la televisión pública

No es la primera vez que pasa, pero no es ni mucho menos admisible no debería tener cabida en una televisión pública semejante personaje.

El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla ha conseguido cierta relevancia mediática por sus polémicas declaraciones.

Sus frases claramente (y de manera muy preocupante) son homófobas, machistas y completamente retrógradas. Algunas de ellas, refiriéndose con términos despectivos hacia las personas homosexuales y tildándoles de “abominación” y otras en contra de los derechos y libertades de la mujer, que según apunta, debe hacer caso de su marido.

La televisión socialista… pero poco ¿cuándo llegará el cambio?

Fue el 30 de diciembre en La 2 (cadena de Televisión Española), en su programa “El Día del Señor”, una misa. Reig Pla insistió en sus mensajes homófobos reiterando que el matrimonio es una unión entre hombre y mujer. Subrayó la protección del modelo de familia tradicional (ese hombre y esa mujer, claro). En sus palabras, es necesario para la procreación y ¿la educación? de los hijos.

Dejando a un lado el tema central del discurso y la defensa que hace de un único modelo de familia, es preocupante que este tipo de manifestaciones, personajes y el acto en sí en general (una misa) tenga que estar presente en una televisión pública que se paga con impuestos generales de todos los ciudadanos (no solo aquellos que comulgan con sus ideas).

Los cambios que se pretendía iban a llegar con la entrada de Rosa María Mateo en la cúpula de TVE tras la salida del gobierno del PP (previa moción de censura), no acaban de hacerse efectivos. No parece que nadie esté haciéndose responsable de los contenidos inadecuados que se han emitido. Se trata de unas declaraciones que claramente van en contra de la Constitución.

Obispo de Alcalá LGTB
¿Televisión socialista? De momento, una utopía.

Las palabras de el Obispo de Alcalá: Un discurso que tiene para todos

El discurso del Obispo de Alcalá es uno de esos que no se sostienen por ninguna parte. Con frases muy contundentes pretende sembrar el odio y la incertidumbre en los corazones de los “españoles de bien”.

Culpando a los homosexuales y otros colectivos de los problemas de la sociedad actual, asegura que el aborto o los medios anticonceptivos, provocan rupturas familiares y disminuyen los matrimonios (el matrimonio, claro, es solo para procrear).

Así pues, una vez más una institución que carga a cuestas con la vergüenza de permitir durante décadas abusos sexuales a esos niños de los que tanto dice preocuparse, se permite el lujo de cuestionar la vida personal, privada, sexual y sentimental del resto de españoles, y además por televisión.

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