Estos escritores gays marcaron la historia de la literatura para siempre

Como sabrás, siempre se dice que algo que tienen en común los grandes artistas es tener «algo que contar». Escultores, pintores, actores… Y, por supuesto, escritores

Por desgracia vivimos en una sociedad que a lo largo de los siglos ha reprimido la homosexualidad. La ha negado, y a veces ha intentado estrangularla. Siendo así, es lógico que haya grandes artistas con mucho que decir al respecto, a veces de forma velada. Personas que buscaban una válvula de escape a la frustración, al odio y al resentimiento. O que encontraban en aquellos momentos de soledad absoluta.

En este contexto podemos encontrar las obras de muchos grandes artistas. Siempre se rumorea acerca de la inclinación sexual de personas como Leonardo da Vinci. Sin embargo, no tenemos que irnos ni tan lejos ni tan atrás para encontrar ejemplos que sí están completamente confirmados.

Federico García Lorca

El primero, por supuesto, no podría ser otro que Federico García Lorca. Se le reconoce a nivel mundial como uno de los más grandes poetas de la historia. Como ya sabrás, Lorca fue detenido y fusilado por su orientación sexual en agosto de 1936. A día de hoy aún no se sabe dónde está enterrado su cuerpo.

En palabras del propio Leonard Cohen: «No entiendo cómo España no ha excavado con sus manos todo el campo de Granada para recuperar el cuerpo de su poeta. No entiendo una nación que no les haya dado un castigo histórico a sus asesinos.» Y es que no es para menos. García Lorca era, y es, un símbolo. Nadie ha representado la vida y la muerte como él, ni tampoco la homosexualidad. A través de sus obras, el granadino nos dio una visión muy particular del mundo. Su poesía sabía ser sutil y directa, dura y sublime.

Jaime de Biedma

Federico García Lorca no fue el único en España cuya homosexualidad marcó su vida. Aunque su identidad sexual es menos conocida, el caso de Jaime Gil de Biedma también es digno de señalar. Sus obras son posteriores a las de Lorca, englobándose en la llamada «Generación del 50».

Gil de Biedma escribió sobre su homosexualidad ya desde sus primeros poemas, como en «Después de la muerte». Sin embargo, vivía en una continua lucha que perdía constantemente, de ahí su frecuente pesimismo. Fuera de la literatura, su condición de homosexual hizo que no le permitieran ingresar en el PSUC como político.

Oscar Wilde

Fuera de la esfera nacional, uno de los grandes clásicos de la literatura era también homosexual. Hablamos de Oscar Wilde. El dramaturgo, novelista y poeta nació en Irlanda en un tiempo en el que formaba parte de Reino Unido. Durante su vida llegó a contraer matrimonio con una mujer, Constance Lloyd. Sin embargo, en 1895 fue acusado por el padre de un amigo, Lord Alfred Douglas, de mantener una relación íntima.

Tras ser juzgado dos veces, Wilde sufrió la condena ejemplar de dos años de trabajos forzados. Esta condena fue el principio de una mayor represión a la libertad sexual en Europa. Después de cumplir su condena volvió a reunirse con su amigo, llegando a vivir juntos. Fue entonces cuando la mujer de Wilde rechazó volver a verle. La convivencia duró hasta que la amenaza de las familias de ambos de retirarles los fondos volvió insostenible la situación

Marcel Proust

Mientras Wilde moría en París en la indigencia, en esa misma ciudad crecía en esos momentos otro escritor famoso. Marcel Proust fue novelista, ensayista y crítico y sobre todo al principio de su vida vivió su homosexualidad con discreción. Esto es así hasta el punto de que reaccionó desmesuradamente a acusaciones como las de Jean Lorrain. Este era un escritor que criticó su primer libro dando a entender que Proust era amante de Lucien Daudet.

Como consecuencia Proust lo retó a un duelo, que por suerte se saldó sin víctimas. En realidad, es comprensible la reacción de Proust. Al fin y al cabo, la condena a Wilde poco tiempo atrás era muy conocida. Él no querría seguir el mismo camino. A lo largo de sus obras, Proust utiliza a varios personajes para hablar de la homosexualidad. Su obra cumbre, «En busca del tiempo perdido», habla abiertamente de la homosexualidad.

Una lista interminable

Estos son sólo algunos ejemplos. A lo largo de la historia de la literatura hay decenas más, tanto en la literatura clásica como en la moderna. Walt Whitman, Virginia Woolf, James Baldwin… Incluso Truman Capote, que no sólo era autor de obras tan míticas como «Desayuno con diamantes», sino también columnista de la revista Playboy.

En cualquier caso, lo que está claro es que la comunidad LGTB siempre ha tenido mucho que decir. El arte no sólo es creación, sino transgresión. Y en una sociedad que tradicionalmente nos ha reprimido, muchos han encontrado ahí su vía de escape.