Estudio científico afirma que la homofobia altamente violenta esconde detrás una homosexualidad reprimida

«La homofobia es una expresión de la homosexualidad reprimida». Lo que siempre ha sido un mito podría llegar a ser una realidad probada. Al menos eso es lo que deja ver un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology que ha sido desarrollado por un equipo de investigadores de origen británico y estadounidense.

Después de realizar un examen compuesto por diferentes pruebas sobre una muestra de estudiantes universitarios residentes en Estados Unidos y Alemania las conclusiones no dejan lugar a dudas: En palabras de Netta Weinstein de la Universidad de Essex y la investigadora que ha dirigido el estudio, «Aquellas personas que se identifican como heterosexuales y que presentan conductas homófobas exageradas presentan una fuerte atracción por las personas de su mismo sexo. Pueden sentirse amenazadas por personas homosexuales precisamente porque les recuerdan una parte de ellos mismos que desean esconder».

Los resultados de las pruebas demuestran que la orientación sexual «auto reconocida» de estas personas dista mucho de las reacciones inconscientes que experimentan sus cuerpos. A estos estudiantes se les mostraron imágenes y palabras relacionadas con los distintos tipos de orientación sexual que existen. Se demostró que aquellas personas que asociaban la homosexualidad a actos violentos también solían desarrollar la gran mayoría de sus actividades sociales con personas de su mismo sexo.

En una de las pruebas se mostraba a personas desnudas o en actitudes sexuales explícitas (hombres y mujeres) en décimas de segundo y la mayoría de estudiantes homófobos tendían a mirar a las personas de su propio sexo. Además, mediante diferentes tests se pudo saber que dentro de los núcleos familiares de estos estudiantes existía un entorno homófobo y que había reprimido sus deseos sexuales. En este estudio se midieron diferentes variables que actuaban tanto a nivel consciente como inconsciente. No sólo el nivel de atracción o la tendencia que sentían estos estudiantes por ambos sexos, sino también su grado de homofobia.

El resultado de esta investigación arroja resultados claros: Existe una relación directa entre la existencia de una educación autoritaria y conservadora (que impide a los jóvenes explorar su propia identidad y genera distorsiones sobre su autoimagen) y la homosexualidad reprimida. Según parece, la homofobia muy marcada y violenta esconde detrás una represión de emociones y deseos sexuales hacia las personas de su mismo sexo. «En varios casos hemos podido ver a personas que estaban literalmente en guerra contra sí mismas y que por encima de todo querían esconder este conflicto en sus relaciones sociales» declaró Richard Ryan, co-autor del estudio y profesor universitario.

A pesar de que este estudio ha servido para sacar algunas conclusiones y valorar nuevas líneas de investigación, los propios autores reconocen ciertas limitaciones dentro de este estudio. Por ejemplo, la muestra se reducía únicamente a estudiantes universitarios que aún vivían con sus padres y que aún no han definido su personalidad por completo.