
Hervé Guibert: El artista que fotografió su vida con el sida hasta el día de su muerte
«La imaginación es más terrible que la verdad», así escribía Hervé Guibert en sus diarios sobre la discriminación, la soledad y la angustia vital que sentía por padecer sida. Aunque Rock Hudson fue el primer personaje público que contó públicamente que padecía esta enfermedad, podemos decir que Guibert ha sido el primer escritor de la historia que decidió contar en primera persona lo terrible de sufrirla. Su trilogía se ha convertido en un clásico y está conformada por ‘Al amigo que no me salvó la vida’, ‘El tratamiento compasivo’ y ‘El hombre del sombrero rojo’.

Guibert es un autor imprescindible de la corriente intelectualista parisina de los ochenta. Lamentablemente murió hacia 1991 y cuando sólo contaba con 36 años de edad.
Dentro de sus discursos y sus obras encontramos mensajes que van directos a nuestro alma. Este joven homosexual asustado, es otro de tantos homosexuales asustados de entonces. Lo cierto es que Guibert reunió el valor suficiente para hablar sobre su realidad desde la más absoluta oscuridad. Esa era la forma en la que se vivía el «cáncer de los homosexuales».

Sus novelas estaban compuestas por capítulos ligeros y que sólo ocupaban algunas páginas. Una de las cosas más interesantes es que desde el inicio de su carrera su estilo estuvo basado en hechos biográficos escondidos bajo la ficción. Sus obras destacan por contar con un lenguaje y una capacidad notable para generar intriga, algo que podemos comprobar en ‘Mes parents’ (Mis padres).
Sus descripciones crudas, sus pasajes de amores carnales o torturas cuentan con una impronta única. El estilo de Guibert empezó a gestarse ni más ni menos que en su diario personal. De hecho este se publicó hacia el año 2001 bajo el título de ‘El mausoleo de los amantes, diario 1976-1991’.

Hervé fue un enamorado de los hombres, no sólo a nivel sentimental o amoroso, sino también al nivel incondicional que proporciona el sentimiento de la amistad. Su vida estuvo inspirada por la figura masculina y hubo diferentes hombres que formaron parte de ella y su trabajo. Por ejemplo, Thierry Jouno, en su momento director del centro sociocultural para sordos de Vincennes, a quien conoció en 1976.
Más tarde, Michel Foucault, a quien logró conocer hacia 1977 después de la publicación de su primer título ‘La muerte de la propaganda’. También hubo un adolescente de 17 años que logró robarle el corazón hacia 1982. Vincent M. fue su mayor inspiración a la hora de empezar a trabajar en su novela ‘Loco por Vincent’.

Su sensibilidad y vinculación con el mundo artístico ya revelan su predisposición a amar y vivir el amor con especial intensidad. ¿Sabías que hacia el año 2013 se publicó una colección inédita de cartas de amor entre Eugène Savitzkaya y Hervé Guibert? Todas las cartas pertenecen a 1977 cuando ambos (nacidos en 1955) tenían tan sólo 22 años de edad.

Sus amores y amistades fueron una clave importante dentro de su vida artística, no obstante, su sensibilidad y compromiso con los desfavorecidos también se reflejó en sus letras. Por ejemplo, durante la década de los ochenta trabajó como lector para invidentes en un instituto para jóvenes ciegos situado en París. Precisamente esta experiencia tan íntima y especial le llevó a escribir su icónica novela ‘Los ciegos’.

Hacia enero de 1988 descubrió que padecía sida al mismo tiempo que su amante Thierry Jouno, que además falleció poco tiempo después que él.
Una anécdota de su vida realmente especial fue su relación con Christine, la esposa de Thierry. Ella tenía dos hijos con él. Cuando Hervé descubrió que tanto él como Thierry morirían tomó una decisión. Se casó con Christine. Él sabía que iba a morir y por eso decidió casarse con ella el 15 de junio de 1989. Él mismo lo llamó «un matrimonio de amor y razón».

Pero… si él era homosexual, ¿por qué tomó esa extraña decisión? En realidad estaba tratando de asegurarle un futuro a nivel económico a la esposa de su amante y sobre todo a los hijos de ambos. Ellos serían tras su muerte los herederos de todos los ingresos que él recibía en forma de regalías como escritor.
Un año después, hacia 1990, decidió revelar públicamente que padecía sida en su novela ‘Al amigo que no me salvó la vida’, al cual además da una promoción especial para abarcar más público del habitual. Incluso fue invitado al programa televisivo especializado en literatura ‘Apostrophes’.

Su último libro fue quizá su mayor reto. Se llamó ‘Citomegalovirus‘ y en él describía de forma precisa el progreso de su enfermedad y además lo hacía a diario. Su pasión artística y su infinito amor por el arte le ayudan a retratar el VIH/sida de la forma más especial que pudo ser capaz.
La enfermedad consume poco a poco sus fuerzas y es entonces cuando decide dejar de escribir y tratar de reflejar su experiencia a través de la filmación de la película casera ‘El pudor o la impudicia’. La terminó pocas semanas antes de fallecer y fue transmitida en televisión hacia 1992. Puedes verla aquí:
Pero, en realidad, su muerte no fue del todo natural. Su estado depresivo le llevó a intentar suicidarse en la víspera de su 36 cumpleaños tomando digitalina. Fue esto lo que le llevó a morir dos semanas después: el 27 de diciembre de 1991.

Hervé Guibert no sólo fue escritor o periodista, sino que además fue fotógrafo. También trató de plasmar la angustia que sentía durante su enfermedad a través de sus series fotográficas en las que aprovechaba las personas de su entorno y objetos que estaban presentes en su rutina. Sin duda, un trabajo sobrecogedor.










