
‘In the Flesh’: La serie que narra la historia de un zombie gay rechazado por su familia
Dentro de la ficción televisiva hemos podido ver grandes series en donde se juega con lo sobrenatural, no sólo como un recurso plástico o material, sino también como un vehículo metafórico para revelar mensajes más profundos y complejos. Un ejemplo de ello, es la mítica serie True Blood.
In The Flesh indudablemente ha heredado esa línea discursiva y hemos de reconocer que la ha desarrollado de una forma genuina. Esta vez, alrededor de las implicaciones alineantes que puede conllevar ser un zombie.
En el núcleo de la trama encontramos una temática puramente familiar contextualizada dentro del peligroso ambiente casposo de los pequeños pueblos.
El protagonista, Kieren (protagonizado por Luke Newberry) se quitó la vida cuando sólo contaba con 18 años de edad. Cuando regresa a su pueblo (Roarton) con el Síndrome de los Parcialmente Muertos se ve obligado a enfrentarse al continuo desprecio de su comunidad, pero también al de su familia. Y es que, poca gente tolera a los chicos como él. Especialmente si, como en su caso, son gays.

No obstante, gracias al desarrollo de una medicación específica, las personas con este síndrome zombie pueden llegar a tener una vida normal. El problema llega cuando sus familiares y conocidos deben aceptarles después de haberles dado por muertos y de hecho, muchos de ellos intentarán matarlos.
Aunque el Gobierno intenta promover su integración, un movimiento fascista llamado Human Force tratará de evitarlo por todos los medios.
Kieren no sólo debe enfrentarse a la homofobia, sino también al violento rechazo que sienten todos contra los no muertos. Sus aprensivos padres deciden acogerlo en su casa, a pesar de que su hermana forma parte de un grupo (el mencionado Human Force) que exterminaba literalmente a los seres como él. Dentro de dicho grupo se encuentran un clérigo o el líder del pueblo que se ve enfrentado al dilema de odiarlos después de descubrir que su hijo regresa de Afganistán siendo también un zombie.
El drama de ser un zombie gay
Fue una idea original de Dominic Michel y fue lanzada en la BBC. Su emisión se prolongó durante dos temporadas entre 2013 y 2014. Aunque el género zombie es uno de los más explotados de la historia de la ficción, lo cierto es que In The Flesh propone una guarnición de ingredientes de lo más interesantes que convierten a esta microserie en una apuesta renovadora dentro del mundo de los no muertos.
Uno de sus ingredientes más destacables es la opción de utilizar la idea del Apocalipsis como un símbolo de crítica social. Y, como podrás intuir, dentro de esta crítica, la homofobia, la serofobia o la xenofobia tienen un gran peso. En realidad, los zombies que encontramos en este particular mundo se revelan como zombies que, paradójicamente, son mucho más humanos que aquellos que están vivos y que forman parte de una sociedad que es incapaz de tolerarles a raíz de su terrorífica transición.

En realidad, el enclave de Roarton es una excelente proyección de aquellos pequeños pueblos que aún se sostienen en las ideologías más tradicionalistas. Aquellos lugares que se convierten en un verdadero infierno especialmente si de lo que se trata es de salir del armario y además lograr hacerlo con vida.
Durante la segunda entrega pudimos ver un claro tributo a The Stonewall Inn, los disturbios que dieron pie a la liberación de la comunidad LGBT cuando un grupo de transexuales y gays se enfrentaron a puño y cuchillo contra las fuerzas policiales tras sufrir ataques homófobos. En este caso, podemos ver cómo los personajes, que también forman parte de un colectivo bastante vulnerable, se agrupan para enfrentarse a la Human Force con el objetivo de recuperar su dignidad como seres ¿humanos?.

A lo largo de sus capítulos podemos ver de una forma bastante evidente las referencias al colectivo LGBT a partir de zombies gays, pero también a otros colectivos vulnerables como las personas afectadas de VIH.
Si tuviésemos que destacar algún momento de esta excelente serie, probablemente deberíamos hablar del inolvidable monólogo que Kieran Walker pronuncia ante su ex suegro. Esta secuencia es, sin lugar a dudas, una de las más duras y bellas que se han emitido a lo largo de la historia de la televisión y específicamente dentro del romance gay.
Si aún no la has visto, deberás saber que esta serie puede estrujarte el corazón en algún momento. De hecho, parte de la magia de In the flesh, es su poder para convertir una historia ambientada en un universo perteneciente al género del terror, en un verdadero drama capaz de arrancarte las lágrimas.
