Joven de 20 años muere asesinado a manos de su propia familia por ser gay

Asesinado por su propia familia por ser gay. Así ha sido el trágico final de Alireza Fazeli-Monfared, un joven iraní de solo 20 años. ¿La razón? Según su familia incurrió en un «crimen de honor». Todo ocurrió la semana pasada.

Alireza tenían planeada su huida a Turquía para reencontrarse con su novio, pero entonces, fue brutalmente decapitado por su hermanastro, que fue ayudado por sus primos.

El cuerpo militar iraní ha le había expulsado del servicio bajo el argumento de que había practicado «depravaciones sexuales». Fue esa documentación la que sacó a la luz el secreto de Alireza ante sus familiares que entonces comprendieron cuál era su verdadera orientación sexual.

En pleno 2021 Irán continúa siendo uno de los pocos países del mundo donde la homosexualidad está castigada bajo penas de prisión, castigos físicos en público o incluso bajo pena de muerte.

El popular periodista Masih Alinejad publicó la noticia el pasado 7 de mayo en twitter. En sus publicaciones agregó dolorosos detalles sobre el asesinato homófobo que perpetró la propia familia. Por ejemplo, lo que hicieron con el cuerpo. Según parece, después de su decapitación, el cuerpo fue arrojado en las afueras de una ciudad llamada Ahwaz.

Según ha declarado un amigo de Alireza llamado Aghil Abyat, el martes su amigo tuvo su última conversación telefónica con su madre por última vez. Fue entonces cuando su hermanastro apareció y bajo la excusa de llevarlo a ver a su padre, se lo llevó en un coche, pero fue a las afueras de la ciudad para darle muerte.

Nadie supo nada de Alireza hasta el siguiente miércoles cuando el asesino llamó a su madre y confesó. «Hemos acabado con él», le dijo. Su cuerpo fue localizado bajo unos árboles y está siendo investigado por la policía forense. Cuando su madre descubrió la noticia fue hospitalizada de inmediato bajo los efectos de un shock traumático.

¿Qué podemos decir ante esto? Que Oriente Medio y otras muchas regiones del mundo necesitan de nuestra voz. Necesitan hacerse visibles.