
Música urbana y homofobia: El trap y el reggaeton contra la comunidad LGTB
En los últimos tiempos estamos viviendo una gran controversia sobre la homofobia en el género de música urbana. No es nuevo que algunos cantantes de reaggeton se vean en el ojo del huracán por sus líricas machistas. Las letras vejatorias con las que cosifican a las mujeres han sido denunciadas en muchas ocasiones. Sin embargo, desde hace meses estamos viendo cómo esta polémica se centra también en las letras discriminatorias hacia el colectivo LGTB.
Tenemos, por ejemplo, el caso del artista Anuel AA. Las letras de este cantante de reaggeton, trap y rap ya crearon polémica en Puerto Rico, de donde proviene. Todo por la homofobia y el machismo que exhibe en ellas. Entre otras cosas cargaba contra Cosculluela insinuando que tenía relaciones con Kevin Fret y llamándolo «maricón». Este cantante llegó incluso a despreciar en una de sus canciones a las personas con VIH, aludiendo a la enfermedad de una modelo famosa en su país.

Recibió tantas críticas al respecto que se vio obligado a disculparse públicamente por las letras de sus canciones. Dijo que había escrito una «estupidez», pero el daño ya estaba hecho. Tal alcance tuvo la polémica que el productor de sus conciertos en Puerto Rico se retiró con un comunicado de prensa.
Sin embargo, nada de esto ha impedido que el cantante haya seguido cosechando éxitos, también en España. Hace unos meses la controversia lo siguió hasta Mérida, donde dio un concierto. Lo grave del caso es que el alcalde y la delegada municipal de Igualdad, ambos del PSOE, participaron en una rueda de prensa publicitando el evento.
Cuando Unidas por Mérida se hizo consciente del contenido de las letras de Anuel tomó cartas en el asunto. La confluencia de IU, Podemos y Equo publicó una nota de prensa exigiendo que el ayuntamiento no colaborase con la promoción del concierto. Alegaban para ello el contenido homófobo y sexista de las letras del cantante.
El ayuntamiento se centró al responder en los beneficios para la ciudad de recibir a un cantante de tanta proyección internacional. Además, por supuesto, de alegar sobre la censura que supondría negar el apoyo al artista por sus letras. Pero la cosa va más allá porque el ayuntamiento licitó un contrato a dedo de 90.000 euros a la misma empresa que realiza la promoción del concierto. Al final todo terminaba siendo, una vez más, un negocio. Otra vez el dinero se pone por encima de la igualdad de género y los derechos de las mujeres y el colectivo LGTB.

Entramos aquí en el debate polémico de la libertad de expresión. A día de hoy todavía hay quien cree que la libertad de expresión consiste en soltar toda la mierda que pasa por su cabeza. Sí, la libertad de expresión es un derecho. Pero, como todos los derechos, también tiene límites. En concreto, uno de ellos es la protección de la reputación y derechos de otros. Así que tiene poco sentido defender un mensaje homófobo hablando de libertad de expresión.
En este caso, además, hablamos de personas con una proyección pública internacional. El género urbano está de moda y sus letras llegan a miles de jóvenes en todo el mundo. Miles de jóvenes que interiorizan esos mensajes y luego se los escupen a otros jóvenes de su entorno.

Homofobia en géneros masivos: Un peligro
Pero Anuel AA no es el único artista que transmite mensajes discriminatorios y une la música urbana y la homofobia. Ahí están las letras de Arcángel, tratando la homosexualidad como una «mancha». O el caso de Don Omar, el «Rey del Reaggeton». Hace poco este cantante arremetía contra su rival Ozuna dedicándole palabras homófobas en Twitter. «Lunch break! Alguno de ustedes come pato? Yo no #dígalenoalacarnedepato #esdura». Esto es lo que escribía sobre él. Cabe aclarar que «pato» es un modo despectivo de referirse a los gays en Puerto Rico. La relación tirante entre ambos viene de lejos, pues Ozuna declaró públicamente que nunca grabaría con Don Omar. Pero el comentario homófobo vino al saberse que Ozuna había sido extorsionado por Kevin Fret por un supuesto vídeo privado.
Kevin Fret fue asesinado a tiros a principios de año. Él era el primer trapero hispanohablante abiertamente homosexual. Por esto se vio envuelto en varias polémicas con otros cantantes que usaban su orientación como arma arrojadiza. Sus letras hablaban de la autoaceptación y la libertad.

Las redes sociales se le echaron encima a Don Omar después de ese tweet. Incluso Bad Bunny dejó un mensaje que decía: «Homofobia a estas alturas? Que vergüenza loco». Tal fue la controversia que Don Omar publicó un vídeo negando ser homófobo y negando que sus palabras fuesen hacia Ozuna.

El submundo del género urbano todavía tiene mucho camino que recorrer en cuanto a la igualdad. Ahora empiezan a denunciarse los mensajes homófobos, pero por desgracia los que ganan notoriedad son los mismos que los lanzan.
Artistas de la música urbana contra la homofobia: Existen
Hay artistas que tratan de luchar contra estos cánones generalizados. Está Maluma, que ha dejado atrás su estética de «macho» para ponerse tacones y pantalones ajustados. También Bad Bunny, que en el vídeoclip de «Caro» aparecía pintándose las uñas y explorando la delgada línea entre géneros. Nicky Jam y Daddy Yankee han empezado a lucir también las uñas pintadas. El público les aplaude por este cambio en la tendencia del género urbano. ¿Es postureo o una declaración real de principios? Y aún más, ¿se aceptaría igualmente si esta estética la utilizase un hombre homosexual?
