
‘Never Hide’: La campaña más bella de Ray-Ban contra la homofobia
La homosexualidad y la homofobia han aparecido (muy escasamente) en las campañas de publicidad. El sector de la moda es uno de los más afines al mundo LGTB y una de las campañas que más nos ha logrado seducir fue la presentada hacia 2012 por Ray-Ban. Fue una campaña muy especial porque en ella se celebraba ni más ni menos que el 75 aniversario de la marca.
En una de las imágenes que la marca propuso encontramos una fotografía estremecedora y a la vez inspiradora. Si… Todo ello al mismo tiempo. Y hoy hemos querido recordarla porque el mensaje que transmite es muy significativo aún en 2020. Especialmente por el entorno político que se respira estos días.
La campaña nos lleva a la década de los cuarenta. Un día nublado en mitad de la ciudad. En el centro compositivo se encuentra el protagonista. Un hombre que pasea de la mano de su novio al tiempo que luce una evidente expresión de orgullo en su rostro. ¡Wow!

A su alrededor encontramos a cinco personas. Dos de ellas nos dan la espalda y las tres restantes les miran con clara desaprobación e incluso podemos imaginar un ataque inminente por parte de alguno de ellos.

La campaña pretende destacar la personalidad y la autenticidad como valores supremos. ¿Habrá algo más auténtico que la actitud de estos dos hombres? ¿Habrá algo más valiente que la decisión de ser uno mismo aún en los escenarios más adversos?

Vemos una ciudad ahogada en el conservadurismo de los años 40. Unas calles nebulosas teñidas de blanco y negro. Podemos casi escuchar el rechazo y el rencor irracional de esas personas contra el amor de otras.
Ese entorno tan tóxico y nocivo contrasta intensamente con los rostros de ambos enamorados. Podemos incluso percibir en el protagonista una media sonrisa y (salvando la tensión del momento), una paz difícil de describir.
La paz que sólo proporciona la autenticidad. Esa que sienten aquellos que viven su vida sin miedo y dejando vivir a los demás. Ambos saben que ser ellos mismos tendrá consecuencias y serán señalados constantemente. Pero eso no les llevará a esconder su identidad.
En ese momento están siendo juzgados y criticados. Ambos lo saben. Y eso les genera cierta satisfacción y de alguna manera les hace más poderosos. Hace que su propia felicidad brille más, entre tanta infelicidad y toxicidad. Ambos tienen la suficiente personalidad como para no dejarse apagar. Ambos tienen tanta personalidad como para escoger Ray-Ban, porque Ray-Ban es cosa de gente auténtica: Este es el discurso que se quiso transmitir con el anuncio.
De hecho, la campaña global no estuvo enfocada a la homofobia. Sino más bien a todo lo contrario. A aquellas personas que, como los protagonistas de esta instantánea, no se dejan apagar por la marea. No renuncian a aquello que les hace distintos a la mayoría, sino que lo muestran sin complejos. Y… ¡Con orgullo!
