Profesor despedido por negarse a utilizar lenguaje inclusivo para alumnos trans

Byron Tanner Cross, un profesor de gimnasia de Virginia, ha sido despedido de su puesto de trabajo por conductas tránsfobas. Todo empezó cuando se pronunció en contra de las políticas de inclusión para estudiantes trans adoptadas en el consejo escolar de una escuela de educación primaria. La normativa incluye la obligación de nombrar a los alumnos trans con el nombre y el género que les corresponde (es decir, los que han decidido utilizar de acuerdo a su identidad de género). Esta norma debe ser cumplida por todos los profesores independientemente de cuáles sean los nombres que figuren en el registro de los expedientes educativos.

Sin embargo, el profesor Cross declaró que no seguiría las políticas del consejo porque iban en contra de sus creencias religiosas. Concretamente, dijo que no estaba dispuesto a afirmar que un niño biológico puede llegar a ser una niña y viceversa. Además, para argumentar su oposición, hizo referencia a un programa de televisión en el que se mostraban entrevistas de personas transexuales que se habían arrepentido de iniciar una transición.

Añadió que respetar a un niño trans significa «mentir», «abusar de él» y «pecar contra nuestro Dios». «No deseo herir a nadie, pero hay ciertas realidades que debemos afrontar. Rechazo las políticas escolares porque dañan a los niños y profanan la santa imagen de Dios. Quiero a mis alumnos, pero no les mentiré y no me importan las consecuencias«.

Ante los intentos de hacerle entrar en razón del resto del consejo, Cross se mantuvo en sus trece: «Soy profesor, pero antes de nada le sirvo a Dios. No afirmaré que un niño biológico puede ser una niña porque va en contra de mi religión».

A los pocos días, el profesor fue dado de baja y enviado a la cola del paro. Sus declaraciones trascendieron a las redes sociales y el programa de televisión al que hizo referencia recibió duras críticas por diferentes activistas y GLAAD lo calificó de «vergonzoso» y de «un intento de alarmismo sobre los jóvenes trans». Otros activistas también lo condenaron, como la actriz Laverne Cox que agregó que era «deshumanizante».