
Rechazada por 20 familias, una niña con síndrome de Down encuentra su hogar gracias a un padre soltero gay
Ser un padre gay sigue siendo una utopía en muchos lugares del mundo. La adopción de niños por parte de familias o personas homosexuales en muchos países no está reconocida, y por tanto no es posible llevarla a cabo.
Italia es un país que no permitía la adopción de niños por parte de matrimonios o solteros homosexuales hasta el año 2017.
Incluso en ese momento, cuando uno de los protagonistas de esta historia, Luca Trapanese, inició los trámites para convertirse en padre adoptivo no lo tuvo nada fácil. A pesar de que se había probado el matrimonio civil igualitario y que las familias monoparentales podían adoptar, al ser soltero y además gay, se le informó de que solo le permitirían adoptar a niños con problemas. Esto suponía que ningún niño sano que una “familia tradicional” quisiera adoptar estaría a su alcance.
Un gay se convierte en el padre de una niña rechazada por 20 «familias tradicionales»
Por paradójico que pueda parecer, esas “familias tradicionales” que se suponen “más idóneas” como padres que las parejas homosexuales o que las familias monoparentales, fueron las que rechazaron a la pequeña Alba cuando nació y fue puesta en adopción.
Y no una, sino 20 familias “tradicionales” rechazaron acoger a la niña como una más de su familia, debido a que nació con síndrome de Down. Con solo 13 días de vida, una sucesión de familias habían decidido dar la espalda a la pequeña, hasta que llegó Luca.

Luca Trapanese, mucho más que un padre soltero gay: una persona con valores
Luca, italiano de 41 años y soltero, es sobre todo, una persona con valores muy firmes, que no tenía miedo a abrir su corazón a un niño con problemas. Según le indicaron, solo podría adoptar a niños con discapacidades severas o serios problemas de comportamiento.
Siempre estuvo concienciado desde muy pequeño con las personas enfermas (su mejor amigo murió a los 14 años de una enfermedad terminal). Este valiente padre decidió que Alba, sería su hija sin importar su condición.
Aunque la noticia ha saltado ahora a los medios, hace ya año y medio que Luca y Alba forman una familia adorable. Las redes sociales son testigos de cómo la pequeña ha ido creciendo junto a su padre. Además dice haber sentido el lazo de unión entre padre e hija desde que pudo sostenerla en brazos, con solo 13 días en el hospital.
El síndrome de Down es un trastorno genético originado por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Esta condición está asociada a unos rasgos faciales característicos, un retraso mental que puede ir de leve a profundo, problemas de corazón, y un tamaño en la lengua mayor al normal por lo que las personas con síndrome de Down tienen dificultades para pronunciar.
Por suerte para Alba, a Luca no le dio miedo afrontar los retos que supone la paternidad, y los retos añadidos que supone cuidar de un hijo con esta condición.
Luca Trapanese y su hija: Día a día en fotos adorables
