
Retiran la custodia a unos padres que pegan a su hijo con una vara y un cuchillo por ser gay
El juzgado de Vitoria-Gasteitz ha retirado la custodia de un menor a sus padres por darle una paliza y amenazarle. Todo empezó cuando el joven paquistaní, el mayor de cuatro hermanos, decidió salir del armario. Reunió la valentía necesaria y contó a sus padres que es homosexual. Pero en Paquistán, país del que provienen ambos progenitores, la homosexualidad está castigada con condena de muerte.
Fue la Ertzaintza la que rescató al menor de su propio domicilio donde lo encontraron temblando de miedo. No era para menos después de que su padre le pegase una paliza con un palo y su madre lo amenazase con un cuchillo. Necesitó asistencia médica debido a la cantidad de marcas y golpes que presentaba. Las autoridades sospechan que esta podría no haber sido la primera vez en que el joven es agredido.
Después de los hechos el adolescente fue puesto bajo la tutela de los servicios sociales de la Diputación de Álava. Permanecerá así hasta su mayoría de edad. Además, se ha impuesto a los padres una orden de alejamiento. El padre ha sido acusado de maltrato en el ámbito familiar y la madre de amenazas con arma blanca. También se enfrentan a una posible acusación por delito de odio, más grave aún por la condición de superioridad.

Los padres no se arrepienten en absoluto por haber agredido al menor. En sus declaraciones, tanto ante la Ertzaintza como en el juzgado, manifiestan que lo prefieren muerto antes que homosexual.
Se suma así un nuevo caso de agresión por la condición sexual. Aunque este caso tiene el agravante de haber sucedido en un entorno familiar que debería ser seguro. Por suerte para el menor, su situación ha salido a la luz y las autoridades han intervenido.
Dentro del entorno del hogar este no es el único caso de los últimos meses. Recientemente se conoció el caso de un chico al que sus padres maltrataron física y psicológicamente durante años. Llegaron a decirle que sólo tenía que «cambiar» para que dejasen de hacerlo. Otro más para la cuenta de violencia y discriminación.
Es importante que la sociedad se mantenga alerta ante este tipo de agresiones. Más aún cuando tienen lugar contra alguien indefenso como es el caso de un menor. La colaboración de los vecinos y otros familiares es fundamental a la hora de frenar la violencia y terminar con esta lacra de una vez por todas.