
Review de ‘La suma de nosotros’: ¿La mejor película gay de los 90’s?
‘The sum of us’ (‘La suma de nosotros’ o ‘Nosotros dos’) se estrenó hacia 1994. El tratamiento que esta cinta hace sobre la homosexualidad dentro del entorno familiar, es simplemente inigualable. Esta historia es un símbolo para la comunidad gay precisamente porque se atreve a romper uno de los tópicos por excelencia (aunque al mismo tiempo una realidad muy habitual): Los gays tienen una mala relación con sus padres porque éstos encajan peor su homosexualidad que sus madres.
Haciendo un pequeño homenaje a esta historia, hoy encendemos nuestra máquina del tiempo para regresar a la década de los 90’s y analizar la que probablemente fue la mejor película gay de la década o por lo menos la rival más fuerte contra ‘Philadelphia’ de la que ya hablamos hace poco. Te avisamos de que esta review contiene spoiler por lo que si aún no la has visto lee nuestro análisis con precaución:

Destripando al personaje
Hemos escogido a Harry Mitchell, el que consideramos sin duda el personaje central de esta historia. Aunque su hijo Jeff es súper interesante, la complejidad y sensibilidad de Harry consigue arrebatarle el protagonismo y hacerse con todas nuestras atenciones y afectos. Si aún no lo conoces, da por hecho que Harry conseguirá atraparte y enamorarte sin límites. Pero empecemos por el principio…

¿Cuál es la historia de este personaje y por qué consigue atraparnos desde el primer momento?
Harry tiene la oportunidad de convivir con la homosexualidad dentro del ámbito familiar con dos figuras claves en su vida. La primera de ellas, es probablemente la mujer que más le marcó: Su madre. Al quedar viuda comenzó a mantener una relación amorosa con Mary algo que fue sabido por sus hijos y que su propio nieto Jeff pudo ver en su más tierna infancia.
Sin embargo, esta realidad no fue del todo aceptada por sus hijos, quienes la separaron de Mary. De hecho, esta decisión atormentará a Harry durante toda su vida e influirá de forma importante en su forma de comportarse con su hijo Jeffrey, que de hecho es la segunda figura clave.
Jeff también es gay, algo que hace saber a su padre en su adolescencia. Esto hace que la perspectiva de Harry sea realmente interesante, pues en primer lugar descubrió que su madre era lesbiana y en segundo lugar, que su hijo era gay. Ambos acontecimientos contaron con la magnitud necesaria para hacer de Harry un personaje que nada a contracorriente en una sociedad en la que la homosexualidad es una enfermedad y un peligro social.

Así podemos verlo desde el minuto cero. Se comporta como un padre absolutamente entregado al bienestar de su hijo. Le acompaña a los locales de ambiente, le compra revistas gays, le ofrece información preventiva para no contraer el VIH, conoce a sus amantes e incluso le anima a encontrar el amor de su vida. Podríamos decir que es el padre perfecto y un sueño para la mayoría de hombres gays.
Pero… ¿De dónde viene exactamente esa entrega y ese compromiso? ¿Cuál es la historia de este personaje? ¿Por qué no es como todos los personajes homófobos (y cotidianos) que aparecen en la película? ¿Qué le hace ser tan avanzado a su tiempo?

En uno de los momentos clave, cuando Harry parece que ha logrado rehacer su vida y conocer a una mujer (Joyce) todo se desmorona. Ella decide abandonarle cuando descubre que tiene un hijo gay. Además, le ofende incluso que Harry respete la homosexualidad de su hijo y le apoye. Ella toma la decisión de abandonar su casa corriendo y despedirse para siempre de él, pues no puede admitir que su novio tenga un hijo homosexual.
‘Yo nunca me he avergonzado de Jeff. Jamás. ¿Cómo iba a avergonzarme de lo que salió de mi semilla, de mi amor?’ Esta es la genial respuesta que Harry le da a ella antes de que se marche de su porche.
Harry se queda en mitad de la noche cuando ella desaparece en su automóvil. Permanece en la carretera. Solo. Y es entonces cuando decide sincerarse con nosotros. Es entonces cuando logramos acercarnos a la más estricta intimidad de nuestro personaje y sobre todo poder ver el férreo compromiso que tiene con su hijo y con el amor que siente por él.
‘¿Avergonzado de Jeff? ¡Jamás! ¿Desilusionado? Sí, porque nunca me dará un nieto. Desilusionado porque sinceramente, creo que se va a perder algo que es realmente maravilloso. Lo que yo tuve con su madre, al tener un hijo. El saber que yo había sembrado una semilla allí y verla germinar, y después verle a él. Pero ya que él nunca va a tener eso, quiero que tenga todo lo que pueda tener. Nuestros hijos son sólo la suma de nosotros, lo que nosotros sumamos a nosotros, a nuestros… padres, a nuestros abuelos… durante muchas generaciones…’

En ese momento se le pierde la mirada y aparece un coche en blanco y negro adentrándose en un bosque. Acto seguido, un juego de fuegos artificiales comienza a teñir de color el cielo y es cuando podemos descubrir el gran trauma de Harry.
Está viendo a su madre sufriendo y alejándose de Mary, la mujer de la que estaba enamorada. Está viendo el gran error que cometió con ella y la gran tristeza y soledad en la que la sumió. Harry ve a su madre separándose de Mary (a la que internan en una residencia de ancianos) y montándose en un coche para no verla nunca más. Está viendo cómo su madre muere de pena cuando sus hijos homófobos le arrebatan al amor de su vida.
El cielo aparece ahora repleto de colores vivos y es entonces cuando Harry cae al suelo y queda tendido en mitad del asfalto. Acaba de sufrir una apoplejía.
Descubrimos entonces, que lo que nos parecía una actitud extraña y un comportamiento un tanto artificial (sobre todo teniendo en cuenta el grado de homofobia que había en la época), esconde un aprendizaje realmente doloroso. Harry fue homófobo con su madre y el dolor que ella experimentó durante los últimos días de su vida le acompañaría como un trauma. El resultado es un hombre con una gran evolución y efectivamente, un adelantado a su época al tiempo que incomprendido por todos. Incluso por sus posibles novias.

Tramas con encanto
La trama de Greg, el ligue de Jeff, consigue crear por otro lado un contraste súper interesante. De hecho es su historia la que consigue devolvernos a la realidad de la época, y la realidad de muchos gays en la actualidad.
Encontramos a un joven jardinero con una sensibilidad bastante perceptible. Un chico al que le gusta bailar aunque finge que no delante de su padre: El clásico hombre conservador, tirano y homófobo.
Greg mantiene una relación cordial con su madre, que parece ser más comprensiva y sensible con él. Sin embargo, percibe a su padre como al gran desconocido. Un hombre frío, distante y que incluso le da miedo.
Está tan habituado a sentirse inadecuado socialmente que cuando conoce a Harry se siente inquieto y no termina de confiar en él. Y es que la realidad en la casa de Jeff dista demasiado de la que existe dentro de su propia casa.
La escena crucial: Greg asiste a la celebración del orgullo gay y sus padres lo pueden ver bailando allí a través del televisor. A su regreso su padre afirma que debería darle una paliza pero que no lo hará: Directamente decide expulsarlo de casa para que no regrese jamás.
Esta es la realidad en la mayoría de relaciones paternofiliales. La triste verdad (de los 90’s aunque también actual) a la que deben enfrentarse muchos gays en su adolescencia. Es por eso por lo que nos gusta Greg y su trama, pues sirve para anclarnos a una realidad y sirve como un valioso resorte para invitarnos a la reflexión.
Nuestras escenas favoritas

La primera escena dentro de la casa de los Mitchell es sensacional. Desde un primer momento ambos personajes logran despertar empatía en nosotros pues muestran su relación con una gran naturalidad.
De inmediato podemos percibir la enorme complicidad que existe entre ambos. Resulta especialmente interesante que se mezclen diálogos mirando a cámara con situaciones cotidianas entre ambos.

Greg conoce a Harry… ¿La escena más surrealista? En ella podemos ver el grado de confianza que existe entre padre e hijo y cómo esto puede llegar a resultar raro para los ligues de Jeff. Comedia, intriga y… momentos de cierta ambigüedad y ‘vergüenza ajena’. Un cóctel que genera una enorme ternura por los personajes.

La escena final… Es… simplemente… De otro mundo. Nos resulta tan maravillosa, que no podemos encontrar palabras para describirla. Tampoco creemos que sea justo desvelarla. Es una de esas escenas que ¡Jamás! deberían sufrir de spoiler.

¿El antecedente de ‘Love, Simon’?
Hace muy poco hemos asistido al estreno de ‘Love, Simon’, una película que ha revolucionado en cierto modo el género romántico gay pues se ha convertido en la primera película de estudio que versaba sobre amor adolescente gay y tenía final feliz.
En ‘Love, Simon’ encontramos un entorno familiar y amistoso saludable, amigable y positivo para su protagonista, un adolescente homosexual. ¿Podríamos decir que el germen de esta película se encuentra en ‘La suma de nosotros’?

Desde luego que tienen muchas cosas en común. Es cierto que las tramas son realmente distintas, pero al final ambas nos presentan una situación que continúa siendo idílica para la mayoría de gays en pleno 2020.

Nuestra valoración: No puedes morir sin verla
Harry probablemente se haya convertido en el padre que muchos gays nunca tuvieron. Quizá, acabe convirtiéndose de alguna manera en el tuyo, o al menos, seguro que se gana un hueco dentro de tu corazón.
‘La suma de nosotros’ tiene un contenido y argumento súper originales. Unos personajes memorables, y un elenco que no se queda atrás. Especialmente con la participación de Russel Crowe, Jack Thompson y John Polson.

Además, esa estética de los 90’s con todo lo que ello implica: Fotografía, escenografía, banda sonora o montaje… Le dan un toque aún más romántico y especial. Resulta especialmente atractivo que una película de dicha época se presente con menos prejuicios que muchas películas actuales.
Su visión orgánica, amable y familiar enmarcada en su contexto social… Hacen que sea una reliquia que no debes dejar pasar.