
[Vídeo] Una mujer lesbiana irrumpe en una iglesia y llama hipócritas a los creyentes
Ha sucedido en Fortaleza, en el estado de Ceará, en el noreste de Brasil. Rebeka Isidoro es una joven homosexual que ha cobrado fama rápidamente en todo el país gracias al vídeo que grabó en la parroquia.
La joven estaba muy indignada con el pastor y los fieles y acudió al lugar para hacérselo saber. Era la iglesia evangélica a la que asistía su madre desde siempre, en la que, según dice, ella misma se había criado. Al parecer, uno de los pastores aprovechó la visibilidad de la misa para humillar a su madre por tener hijos homosexuales. Rebeka culpaba también a los fieles por participar de esa humillación.
«Soy la hija de Rosane Alves Ferreira», así se presentaba en el vídeo de dos minutos y medio que se ha hecho viral. A continuación expone la situación que la había llevado allí. Cuenta cómo un pastor que no estaba presente había expuesto y humillado a su madre. El único motivo: tener un hijo gay. Asegura que el dolor que le habían causado a Rosane era irreparable.

Rebeka, muy enfadada, increpó a los presentes diciendo lo siguiente: «Ustedes que han escuchado la humillación de mi madre y están en silencio son un montón de hipócritas y creyentes descarados. La iglesia es para predicar el amor, no es para predicar el odio. Dios es amor, Dios no es juicio».
Terminaba la joven asegurando que ella era cristiana y que nada tenía que ver su condición sexual con sus creencias. Curiosamente fue también en Brasil donde el papa Francisco defendió el respeto hacia las personas homosexuales. Sucedió en 2013, cuando se preguntó quién era él para juzgar a los gays.
En las iglesias evangélicas hay posiciones variadas y comunidades más moderadas o liberales. Pero también una vertiente muy conservadora y hostil para los homosexuales. En los países en que esta religión está más extendida no es raro ver que participen en causas anti-homosexuales. Hacen defensa pública de la «familia tradicional» y activismo contra la comunidad LGTBI.
A lo largo de la historia hemos visto cómo la religión ha tendido normalmente al conservadurismo. Esto parece en ocasiones incompatible con nuestra libertad. Hemos visto a sacerdotes y obispos señalarnos, oponerse a nuestros derechos, tratar de silenciarnos o escondernos bajo la alfombra. Y hemos visto lo mismo que denunciaba Rebeka. El silencio cómplice de las congregaciones de creyentes ante estas situaciones. Ella sintió la necesidad de gritar su disconformidad con ese silencio. Rebeka quiso defender a su madre, porque no sólo nos atacan a nosotros, también a aquellos a quienes queremos.