[vídeo] Un jugador destapa la realidad: ‘Los futbolistas gays tienen miedo’

El fútbol es uno de los terrenos en donde la homosexualidad sigue siendo tabú y la homofobia ocupa un papel protagonista. Las ligas más importantes del mundo no cuentan (ni han contado) con jugadores gays. O por lo menos, no con jugadores gays que hiciesen pública esa parcela de su vida. Los futbolistas gays son presionados por sus clubs para que jamás hagan pública su orientación sexual. En realidad, esto no es algo nuevo, desgraciadamente.

La homofobia en el mundo del fútbol y el deporte es algo que se ha estudiado hace muy poco dentro del Parlamento Europeo en las jornadas de «Deporte y homofobia, un partido por ganar». En esta reunión participó Albin Ekdal a partir de una aparición en un vídeo.

Albin es un jugador de la Florentina que ha denunciado en más de una ocasión el terrible ambiente que se esconde detrás del fútbol masculino. El vídeo que grabó estaba repleto de emoción y de hecho fue compartido poco después por La Gaceta del deporte (La Gazzetta Dello Sport). En su intervención prestó especial atención a la homofobia:

‘En un mundo ideal, a nadie le incomodaría contar que es homosexual. Ya sea en su vida más privada o dentro del mundo del deporte. Sin embargo, la realidad es muy diferente. En nuestro deporte, tan sólo ocho jugadores han declarado su homosexualidad. Un número extremadamente reducido.

Muchos de ellos desearían hacerlo sin embargo no se sienten lo suficientemente libres como para hacerlo. Temen por las posibles consecuencias negativas que sus palabras puedan ocasionar. El mundo del fútbol posee un ambiente en el que la homofobia es muy importante. Es por esto por lo que los jugadores tienen miedo a convertirse en el objeto de insultos y abuso.

Tanto dentro del campo de juego, como fuera de él. Como consecuencia, se ven obligados a dejar su pasión, o esconderse y vivir una vida repleta de miedo. Es por ello por lo que debemos luchar contra este enorme problema. Debemos utilizar la educación como una fuerza común para el bien común. ¿Qué tipo de sociedad seremos si un adolescente no puede hacer realidad sus sueños sólo por su orientación sexual?

Cada vez que un joven cuelga sus botas y deja de jugar porque no es aceptado por el vestuario, su club o su entorno supone una derrota para el mundo del fútbol. Y es que ser gay no te define como persona, sólo por quién te sientas atraído. Todos nosotros formamos parte de la raza humana y contamos con una misma pasión: Amamos el fútbol y esto es lo más importante para todos nosotros».